Washington, 30 oct (PL) Varios sectores estadounidenses consideraron hoy inconstitucional que el presidente Donald Trump firme una orden ejecutiva para eliminar el derecho a la ciudadanía de personas nacidas en este país, cuyos padres carezcan de tal condición.
Durante una entrevista con Axios el mandatario republicano manifestó que planea rubricar una acción de ese tipo. «Me habían dicho que para hacerlo necesitaba una enmienda constitucional. ¿Saben qué? No la necesito».
Esto es ridículo y se tiene que acabar, está en marcha y ocurrirá con una orden ejecutiva, recalcó el presidente, quien dijo erróneamente que Estados Unidos es el único país del mundo donde «una persona entra, tiene un bebé y el bebé es esencialmente un ciudadano por 85 años con todos sus beneficios».
De inmediato se levantaron muchas voces contra la intención del jefe de Estado, las cuales señalaron que con tal paso se violaría el Enmienda Decimocuarta de la Constitución, la cual señala que «toda persona nacida o naturalizada en Estados Unidos, y sujeta a su jurisdicción, es ciudadana de Estados Unidos y del Estado en que resida».
El presidente no puede borrar la Constitución con una orden ejecutiva, y la garantía de ciudadanía de la enmienda es clara, denunció el director del Proyecto de Derechos de los Inmigrantes de la Unión estadounidense de Libertades Civiles, Omar Jadwat.
Desde su punto de vista, este es un intento transparente y descaradamente inconstitucional para sembrar la división y avivar las llamas del odio antiinmigrante, a una semana de las elecciones de medio término del 6 de noviembre.
Tras las palabras del gobernante, Axios interrogó sobre el tema a varios expertos, y según el medio, pocos eruditos de inmigración y constitucionales creen que Trump tiene el poder de cambiar la ciudadanía por nacimiento.
Sin embargo, algunos conservadores argumentan que la Enmienda Decimocuarta solo tenía la intención de otorgar ese derecho a los niños nacidos en Estados Unidos de residentes permanentes legales, no a inmigrantes no autorizados o con visas temporales.
Para John Eastman, director del Centro de Jurisprudencia Constitucional de la Universidad de Chapman, la carta magna del país «se ha aplicado incorrectamente en los últimos 40 años».
La línea del texto constitucional que dice «sujeta a la jurisdicción de Estados Unidos» se refería originalmente a personas con total lealtad política a Estados Unidos, es decir, residentes legales y ciudadanos, manifestó.
Pero el juez James C. Ho, designado por Trump para el Tribunal de Apelaciones del Quinto Circuito en Nueva Orleans, consideró que ese apéndice se refiere a la obligación de cumplir las leyes norteamericanas.
Eso se aplica a todos los visitantes extranjeros (excepto a los diplomáticos) e inmigrantes, por lo que sostuvo que cambiar la forma en que se aplica la enmienda sería inconstitucional.
Steve Kantrowitz, historiador especializado en el siglo XIX, llamó a leer el debate en el Senado del 30 de enero de 1866, pues estimó que los redactores de la Ley de Derechos Civiles, precursora inmediata de la Enmienda Decimocuarta, sabían exactamente lo que estaban haciendo.
«Estaban concretando el principio ampliamente aceptado de que los niños nacidos en Estados Unidos eran ciudadanos sin importar el estatus migratorio de sus padres», precisó.
El tema hará que las cuestiones migratorias ganen aún más fuerza de cara a los comicios de la semana próxima, y mientras varios republicanos ya respaldaron al mandatario, muchos demócratas, e incluso algunos miembros del partido rojo, criticaron la posible directiva.
Uno de los que apoyó al jefe de Estado fue el senador republicano Lindsey Graham, quien sostuvo que la política actual «es un imán para la inmigración ilegal, fuera de la corriente principal del mundo desarrollado», y prometió introducir un proyecto legislativo con igual propósito que la orden de Trump.
Sin embargo, el presidente de la Cámara de Representantes, el también miembro del partido rojo Paul Ryan, manifestó que el gobernante «obviamente no puede hacer eso».
No puedes terminar la ciudadanía por derecho de nacimiento con una orden ejecutiva. No nos gustó cuando el expresidente Barack Obama intentó cambiar las leyes de inmigración con acciones ejecutivas, expresó en una entrevista radial.
En lugar de trabajar para unirnos, el presidente Trump continúa socavando nuestros valores estadounidenses como una nación de inmigrantes y atacando a las familias mediante el uso del miedo y el fanatismo para dividirnos en función su propio beneficio, denunció, a su vez, la representante demócrata Jacky Rosen.
Algo similar escribió en Twitter la senadora de la formación azul Catherine Cortez Masto, quien acusó al presidente de atacar a los inmigrantes para obtener ganancias políticas. «Yo, junto con todos los estadounidenses, no aceptaré otro intento suyo de dividirnos».